jueves, 21 de octubre de 2010

DE VISITA POR EL ANTIGUO CONVENTO DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN DE CHURUBUSCO.






El día de hoy compartiremos con ustedes un sitio que conocimos paseando por las calles de Coyoacan: el exconvento de Churubusco, específicamente en la cocina, donde es seguro que alguna vez se prepararon grandes y suculentos platillos.


Al llegar al lugar no asombramos, debido a que además de hermoso es excepcional, porque está restaurado y reconstruido, tanto en el refectorio, baño, la conexión con el huerto y la cocina que es muy importante; incluso conserva los lavabos donde los frailes se fregaban las manos antes y después de tomar sus alimentos.


Nos llamó la atención que de manera añadida a la cocina tenían los llamadas baños medicinales o de placeres, que no eran más que lo que hoy llamaríamos enfermería, esto porque en la cocina se preparaban todas las infusiones, tizanas y cataplasmas, que utilizaban para los enfermos.


Cabe mencionar que los frailes tenían una porqueriza, ya que esta edificación funcionaba como los antiguos monasterios, o sea, generaban unidades de producción autónomas de sus cultivos y animales, esto gracias en buena parte a que se tenía un sistema de riego: el aljibe, que según se dice tiene tuberías de barro que llevaban agua a la cocina.


Ubicar el exconvento es fácil, porque está a una cuadra de río Churubusco, o sea, debemos imaginarnos como una vía rápida pudo haber sido un río entubado, entonces podemos comprender porque los terrenos son tan fértiles, siendo así que nos sorprendimos gratamente al ver que el huerto aún se encuentra en producción de maíz.


Algo muy importante, es que el monasterio original existió hasta el siglo XVIII, porque en una inundación fue enterrada, exactamente en 1806, y ahora el refectorio es del siglo XIX. Lo que nos pareció muy gráfico fue que se pueden ver estas diferencias porque caminas sobre un cristal, por lo que se tiene la posibilidad de ver como era la primera con respecto a la reconstrucción, misma que se dio gracias a la un grabado antiguo que reproduce la cocina de los padres Dieguinos.

Terminamos nuestro recorrido satisfechas de haber visto un lugar que puede ser común para nosotros, pero que siendo un monasterio es particularmente interesante conocer. Por lo que recomendamos ampliamente visitar.

Angélica Cortés

Mayra Salinas

Marlen Alvarado

No hay comentarios:

Publicar un comentario